«Quiero que aprovechéis el fútbol para ser mejores», aconseja el ex seleccionador español a a los participantes en su campus
«Si no dominas el balón, mal asunto…» Fue una de las lecciones impartidas por Vicente del Bosque en el estreno de su primer campus en la cuna del fútbol, en el campo del Rayners Lane FC de Londres, ante ochenta niños y niñas que lucieron con orgullo la camiseta su academia.
«Llegar es muy dificil, pero con eso no os digo que dejéis de soñar», recalcó el «mejor seleccionador del mundo» (distinguido como tal por la FIFA en el 2012, tras haber ganado el Mundial y la Eurocopa). «Lo que quiero es que aprovechéis el fútbol como herramienta para ser mejores: no sé si lograremos hacer de vosotros buenos futbolistas, pero sí buenos chavales».
«Venimos a Londres para internacionalizar nuestra labor», admitió Del Bosque. «Y para demostrar de paso que el fútbol no tiene fronteras, aunque algunos quieran volver a ponerlas».
El campus de tres días está abierto a niños de todas las nacionalidades, pero la presencia de la «cantera española» ha estado más que garantizada a través de la Escuela de Fútbol Cañada Blanch, dirigida por Tomás Ruiz, que ofició de presentador en la concurrida ceremonia, junto al director del campus Pau Alberti.
«Estamos ante un proyecto global que por fin llega a Londres, tras un retraso obligado por la pandemia», explicó Tomás Ruiz. «Vicente del Bosque no solo simboliza el éxito de nuestro fútbol, sino también una manera de trabajar, plasmada desde el 2011 en la academia que lleva su nombre y donde se dan la mano la formación deportiva y en valores».
«El fútbol te enseña a ser generoso», fue otra de las «lecciones» del maestro Del Bosque, que recalcó que en el «campus» no existe esa presión competitiva y que lo prima es precisamente es «la amistad con el balón» (la técnica) y el juego en equipo, incluidos los padres. «La táctica ya vendrá después», recalcó el ex selecccionador nacional, estandarte de la mesura y el equilibrio desde el banquillo.
«No hay un modelo único, pero yo creo que en el fútbol es muy importante el control de las emociones», explicó Del Bosque con su habitual parsimonia. «Aunque a veces veo mi reacción ante el gol de Iniesta, como encogido y con los puños cerrados, y no sé si podía haberlo celebrado de otra manera… Me llena de orgullo ver ahora a nuestros héroes, como Xavi o Xabi Alonso, convertidos en entrenadores».
Sobre el nuevo entrenador nacional, Luis de la Fuente, le basta con decir que es su «amigo» y que tiene esperanzas en que pueda sacar lo mejor de la nueva generación de la «roja», pese al pinchazo de Qatar… «Ganar un Mundial es algo muy difícil, que requiere también un punto de suerte: nosotros la tuvimos en Suráfrica».
«Sin la victoria, nada es igual», concluyó Del Bosque, en una última lección de realismo. «Seguramente yo no estaría aquí si no hubiéramos ganado el Mundial (…) La verdad es que acabé siendo entrenador profesional por los avatares de la vida. Lo mío, durante 17 años, fue la cantera del Real Madrid: trabajar con los chavales y saber captarlos. Y hacer en todo caso que los mejores momentos de sus vidas estén asociados al fútbol».
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